Un grupo de cortadores de caña, pertenecientes al Sindicato de Trabajadores del Ingenio Risaralda, protestaron ayer en Pereira en medio de un recorrido por algunas calles céntricas y luego apostados frente al Palacio Nacional, donde está ubicada la oficina del trabajo.
La manifestación de los trabajadores tuvo como epicentro reprochar la demanda instaurada contra la personería de la agremiación, interpuesta por la empresa azucarera.
Por ello, con pancartas y arengas se manifestaron en contra de lo que, aseguran, es una forma de pasar por encima de sus derechos como trabajadores sindicalizados.
“Esa demanda no es más que una maniobra jurídica para desconocernos como sindicato, pero igual, es una querella que ha debido hacerse ante el Ministerio del Trabajo y no en un juzgado de La Virginia con fines penales, como si fuéramos unos delincuentes”, indicó Juan De la Rosa López, asesor jurídico del Sindicato de Trabajadores de la Industria Agropecuaria, Sintrainagro.
De La Rosa detalló que a un año de la convención colectiva donde exigieron ocho horas de trabajo, pago de dominicales, educación y una comisión gremial para dirimir diferencias, aún falta mucho por dialogar.
“Todo eso se ha cumplido a medias”, acotó.
A su vez, el dirigente sindical, Arnobio Estrada, precisó que como sindicato no están fuera de la ley. “Por eso no veo procedente esa demanda contra nuestra personería”.
DENUNCIA
Sintrainagro expuso las violaciones laborales de parte de sus contratista constituidos como SAS.
“El absurdo los ha llevado a manifestar públicamente que los obreros que cortan, siembran y recogen la caña que esta empresa cultiva y transforma, no tienen ninguna relación laboral con su empresa. El ingenio es la casa matriz que se ha negado por años a contratar directamente a lo trabajadores, siendo uno de los pocos que hasta el momento desconoce ese derecho laboral en la industria azucarera”, señaló el gremio.
Ante las contrataciones que se hacen a través de las llamadas Sociedades Anónimas, SAS, el asesor jurídico reveló que “esa es una forma de sopesar la crisis del sector azucarero por la entrada de productos extranjeros, descargándola sobre nosotros”.